La oscuridad es como un reclamo para nosotros”. Andrés Satué y Alberto Fernández se ven atraídos de manera irrefrenable por lo desconocido, y su música como Esquelas pretende servir como dibujo de esa pasión; el dúo de A Coruña traza melodías monocromáticas mientras una pulsación seca e intensa va avanzando sin oposiciones, adentrándose cada vez más en la mente del receptor. “Inciso” es el segundo EP de la pareja, primero editado en formato físico y que ha resultado todo un avance en términos de producción: “Tuvimos que asumir por nuestra cuenta todo el proceso de producción, algo que no había ocurrido hasta entonces y que nos sirvió de gran aprendizaje”, comentan los implicados, ahora separados entre A Coruña y Barcelona.

“Nos empezamos a interesar por la búsqueda y uso de frecuencias bajas, así como del aspecto más físico del sonido”; el ritmo es rotundo y avanza incrementando su violencia y agresión, mientras el moldeado de frecuencias van sometiendo al oyente en un clima de abatimiento y desolación. Esquelas se toman la composición de estas piezas casi como un ritual: “Gran parte del trabajo que hacemos se basa en alterar y modificar sonidos hasta llevarlos al punto que queremos”, trabajan cerca de las máquinas, su olor y presencia se puede notar en la corpulencia de cada bombo, es un resultado de una continua exploración de la tecnología pesada.

“Inciso” se muestra como una obra en cuatro pasajes que combina los atributos del Dark Ambient, la síntesis industrial más sofisticada y los cuidados rasgos rítmicos que dan estructura a sus decadentes texturas; en algún punto entre Oren Ambarchi, el asfixiante y sublime esoterismo sonoro de Raime y la contundencia de The Haxan Cloak, Esquelas consiguen escenificar a la perfección un clima degradado y apocalíptico. Su sonoridad desprende elegancia y densidad, removiendo las tripas con tiento y sin sobresaltos, penetrando con firmeza en lo más profundo del espectador.